lunes, 10 de mayo de 2010


Alonso segundo en casa y en el Mundial


Los 98.000 espectadores de Montmeló se pusieron en pie y gritaron emocionados a una vuelta y media del final. Las gradas, mayoritariamente rojas, no se creían lo que veían. Lewis Hamilton estaba fuera de la pista y este incidente le entregó la segunda plaza del podio a Fernando Alonso. De rebote, también permitió que Jaime Alguersuari entrara merecidamente en los puntos, décimo. Su salida, con seis posiciones ganadas, fue sensacional. La carrera de ayer sirvió para probar, una vez más, que en la Fórmula 1 no todo consiste en ir deprisa.

Webber ganó y también se metió el bolsillo al público al tirarle el casco y los guantes antes de subirse al podio. Y Vettel salvó con un tercero un gran premio que casi no termina por problemas en los frenos. Tanto el alemán de Red Bull como su rival de McLaren fueron las víctimas de una batalla en las tablas de tiempos con el español de Ferrari, que lanzó un atacón las últimas veinte vueltas. Sabía que estaba en un trazado durísimo con los neumáticos y su baza era forzar una parada extra a sus rivales.

El caso es que Fernando no lograba acercarse a menos de tres segundos. En un trazado adverso para su coche (Massa sólo pudo lograr la novena vuelta rápida), iba al 120%, pero sus rivales hacían valer su superioridad mecánica y mantenían el tipo. También Hamilton con Vettel. Hasta que al piloto germano se le fue el coche en su persecución implacable, se fue a la grava, pinchó un neumático y tuvo que entrar a cambiarlos. Después en rueda de prensa se excusó alegando que ya tenía problemas de frenada y que le echaron un vistazo en boxes. Nunca sabremos qué fue antes. El caso es que regresó a pista dispuesto a acortar distancias con Alonso, pero entonces los frenos (ése es el problema de los diseños de Newey, los riesgos que toma) le comenzaron a fallar y a punto estuvo de estrellarse en un par de curvas.

El asturiano se quedó a solas con Hamilton por delante. Quedaban doce vueltas y estaba a 8,3 segundos después de perder dos y medio entre un doblado y el incidente de Vettel. Debía seguir tirando para evitar que le alcanzara y esperar un posible fallo o incidencia de Hamilton. Así lo hizo. Empezó con 1:25.774, a lo que Hamilton respondió con 1:25.454. Y continuó con 1:25.255 (seis décimas menos que Lewis), 1:24.897 (otras seis) y 1:24.897 (otras tres). El británico, que ya había tirado con todo desde la primera parada, echó el resto ante su archirival. Marcó la vuelta rápida en carrera de 1:24.357 y otro 1:24.7 más.

En ese momento Alonso pensó en llevar ya el coche a meta, pero Lewis no cejó en su empeño con el acelerador. Lo tenía a nueve segundos y quedaban seis vueltas. Quería machacarle a golpe de 1:25. El piloto del F10 no se dejaba ir del todo por si acaso. Las ruedas ya estaban tocadas y la agresividad del campeón de 2008 hizo el resto. Las vibraciones hicieron que se soltara una pieza y después se desprendió la banda de rodadura de la rueda delantera izquierda. Un reventón marca de la casa.

Antes de sucumbir a su propio estilo de pilotaje, la estrella de McLaren había realizado una carrera excepcional. Supo ganarle la posición a Vettel a la salida de boxes en plan imperial y después logró que el alemán no le tosiera. Y es que al rey de los sábados de este Mundial le sigue faltando un hervor.

La ferocidad de Lewis contrastó con la falta de garra de Jenson Button, que primero se dejó pasar en la salida de boxes por Michael Schumacher y después fue incapaz de adelantarle. El Kaiser terminó cuarto y empieza a dejar algunas, aunque todavía escasas, muestras de lo que algún día fue.

Con todo, el Mundial se mantiene apretado en cabeza. Button conserva el liderato, pero ya con sólo tres puntos de ventaja sobre Alonso, ahora segundo.

Nadal juega por el número dos: "Este es un torneazo"


El perfeccionista Rafael Nadal, número tres en la Lista de la ATP, sigue entrenándose a conciencia en la Caja Mágica: busca la adaptación de su tenis a la altitud de Madrid. El camino de perfección de Nadal mira a la cumbre: la final del domingo. Un poco más allá, si el Rafa Express llega a esa estación de la final, Nadal saltará sobre Novak Djokovic en la lista mundial y volverá a ser el número dos del mundo.

Nadal realizó su comparecencia oficial previa al Open madrileño. Dejó avisos: "No me gusta que me comparen con el de otros años (...) no sé si hablar de los otros jugadores (...) éste de Madrid siempre es un torneazo. En sí, es espectacular. Quizá, como somos hombres y mujeres, a veces las horas de entreno son complicadas, pero pasa en todas las zonas del mundo".

Lista.

La situación del número dos: Djokovic saldrá en la Lista ATP de hoy con 205 puntos menos tras retirarse en cuartos de Belgrado. Defendía título y 250. Ahora, Djokovic sale en el númerio dos con 6.765 puntos. Con 6.480, Nadal sale tercero. En esta semana, Djokovic, que ha renunciado a Madrid por crisis de alergia, perderá los 360 puntos que anotó en las semifinales 2009. Si Nadal mantiene sus 600 puntos de la final 2009, adelantará al serbio y volverá al número dos.

Mantiene con Borg el pulso de éxitos en tierra

Aunque Nadal siempre expresa reparos a la hora de las comparaciones o de referirse a otros jugadores, su trayectoria en tierra batida sigue remitiendo inexorablemente a Bjorn Borg, el gran conquistador sueco de los años 70 y 80 del siglo XX. Como Borg, Nadal ha firmado cuatro títulos consecutivos en Roland Garros (Borg llegó hasta seis). Los mejores años de Borg y Nadal se parecen irresistiblemente: tanto, que el porcentaje actual de victorias de Rafa en tierra desde 2005 empata exactamente con el de Borg entre 1978 y 81: 96,7% para los dos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario