Alonso iguala la mayor remontada en Mónaco
De verdad, lo de Fernando ha sido impresionante esta vez, impresionante". Nada más terminar la carrera, Marc Gené apenas se creía la remontada de su compañero, que recuperó 18 posiciones en una carrera en seco en Mónaco. De la 24ª a la sexta en sólo 29 vueltas. Iguala las mayores de la historia en la ratonera monegasca, del italiano Andrea de Adamich (de la 25ª a la séptima en 1973), el inglés Guy Edwards (de la 26ª a la octava en 1974) y el francés Eric Bernard (de la 24ª a la sexta, pero sin salir último y con 19 abandonos). Y supera la de Michael Schumacher en este escenario en 2006. El Kaiser recuperó entonces de la 22ª a la quinta plaza. Y, como si no quisiera que el español le superara en los libros, en las dos últimas curvas rebasó ilegalmente a Alonso y se llevó una justa sanción que le llevó de la séptima a la 12ª posición final. Una decisión que, sin embargo, fue apelada por Mercedes.
El piloto del Ferrari número ocho hizo un carrerón sobreponiéndose a las dudas con las que saltó a pista. Con un coche recién terminado, que no había rodado ni un solo kilómetro y después de horas de trabajo para instalar sobre el nuevo chasis todo el cableado, los sistemas hidráulicos, el motor del F10 que se accidentó el sábado y el cambio reserva. Fueron doce horas de trabajo. Tras su solitaria salida (no se la dieron hasta que el pelotón pasó por la primera curva) se lanzó a una cabalgada prodigiosa que pudo quedarse en nada si pisa alguna de las piezas del coche de Hulkenberg, estrellado en el túnel.
Como estaba previsto, y en una decisión arriesgadísima, Alonso se detuvo en boxes al terminar la primera vuelta. Debía ser capaz de hacer 77 pasos por meta con los mismos neumáticos duros. Con la carrera neutralizada, tuvo una buena noticia, el abandono del líder Button por el sobrecalentamiento de su motor. Los mecánicos dejaron abierta una tapa sobre el radiador izquierda y la salida del safety car fue letal para el propulsor.
Fernando adelantó como una exhalación a Chandhok, pero se encontró con la resistencia hercúlea de Di Grassi y su Virgin. El brasileño estaba en su derecho de buscar su minuto de gloria y tuvo tres vueltas detrás a Alonso que, según los cálculos de la escudería, habría terminado delante de Hamilton en la quinta plaza (o incluso aspirado a la cuarta) de no ser por el tiempo que perdió en los cambios de dirección de su rival. A partir de ahí, fue un rodillo adelantando y también pasó rivales sin cesar (hasta diez) cuando salían de boxes. Y, desde la vuelta 29, decidió cuidar el coche para llevarlo a la meta. No tenía sentido cebarse con Hamilton en una pista en la que es imposible adelantar a un coche rápido.
Delante, Webber voló y Vettel se colocó segundo tras la mala salida de Kubica y completó otro doblete de Red Bull. Y volvió a sonreír cuando le dio el trofeo Carlota Casiraghi, la heredera de la elegancia de su madre Carolina. Los coches azules ya dominan la tabla, pero el piloto que salió del pit lane es su sombra, a sólo tres puntos.